Los implantes son sustancias para rellenar depresiones de la piel. Según su origen distinguimos dos tipos, las de origen animal (cresta de gallo, bovino) que necesitan prueba de alergia y las sintéticas que no necesitan dicha prueba.Estos tratamientos están indicados para: arrugas, cicatrices atrofias, cicatrices postacné, depresiones de distinto origen, aumento y perfilado de labios.
Según su duración distinguiremos tres grupos:
- “Temporales”, su duración depende de cada persona, pero oscila entre tres y seis meses.
- “Semipermanentes” su duración aproximada es de dos años.
- “Duraderos” según los prospectos de los laboratorios fabricantes su duración es indefinida ya que no son reabsorbibles, sin embargo hay que tener en cuenta que el proceso de envejecimiento continúa lo que hará que en un periodo de tiempo más o menos largo de tiempo sea necesario hacer retoques.
A la hora de elegir un tipo de relleno u otro, lo más importante es conocer bien los materiales que vamos a inyectar, los que con una adecuada técnica y una correcta indicación permiten un resultado satisfactorio.
Con el colágeno porcino de última generación ya no es necesario realizar una prueba de alergia, siendo este material de gran utilidad en la actualidad ya que permite una mayor vida del implante.
El ácido hialurónico es sin duda el material de relleno más utilizado sobre todo por su seguridad y por su capacidad de hidratación. Esta sustancia está presente de forma natural en el organismo. El ácido hialurónico retiene el agua y de ese modo hidrata la piel y le confiere volumen. Con el paso de los años, el organismo va produciendo menos ácido hialurónico natural. Una simple inyección de ácido hialurónico repone el volumen perdido y mejora el aspecto al realizar el perfil, crear unos labios más rellenos y alisar las líneas y las arrugas. La ventaja de los ácidos hialurónicos disponibles actualmente (Restylane, Juvederm, Hydra Fill…) es su versatilidad, adaptándose a cada zona de la dermis y por tanto se puede utilizar para corrección de arrugas más finas a más severas, par dar volumen a zonas faciales como pómulos y mentón, para rejuvenecer y como reserva de agua, como ya se ha sido comentado.
Con la hidroxiapatita de calcio (Radiesse) conseguimos una estimulación de la producción propia de colágeno, con una mayor duración del relleno, presentando en la actualidad la misma clase de seguridad y biodegrabilidad que los implantes inyectables de ácido hialurónico y de colágeno.
El ácido poliláctico (Sculptra ó New-Fill) nos permite esculpir siguiendo un protocolo que abarca el rostro en conjunto, y exige un planteamiento más artístico y, a la vez, más técnico que otras fórmulas.
Con la combinación de ácido hialurónico con otros tipos de tratamientos, como es el Vistabel ó la luz pulsada intensa, se consiguen unos resultados muy buenos como protocolo de terapia de rejuvenecimiento. Este protocolo se utiliza de forma habitual en nuestra clínica con un intervalo de 15 días entre una sesión y otra, pudiendo complementarlo también con la mesoterapia facial para darle a la piel una mayor firmeza y vitalidad.
